s la evaluación del oído utilizando un instrumento denominado otoscopio.
Este procedimiento permite visualizar el conducto auditivo externo y la membrana del tímpano y para poder efectuar el diagnóstico de distintas patologías. Sirve para evaluar la efectividad de cualquier tratamiento que se haya indicado para cualquier problema del oído.
Es una prueba rutinaria que se realiza en medio ambulatorio, indolora, apenas lleva unos minutos y no requiere ningún tipo de preparación.
La microscopía, exploración con microscopio.
En Otorrinolaringología el microscopio se utiliza frecuentemente para la exploración del oído en consulta, permite realizar diagnósticos de mayor precisión que con la simple otoscopia, y realizar determinadas actuaciones tales como la extracción de cuerpos extraños, la aspiración de secreciones, etc.
Otras aplicaciones: exploración nasal, exploración de lesiones cutáneas o mucosas.
La fibroscopia es la exploración endoscópica mediante fibra óptica flexible, conectada a una fuente de luz fría y habitualmente también a una cámara, vídeo y monitor.
Permite la exploración fácil y directa de cavidades del organismo que de otro modo serían muy difíciles o imposibles de ver.
En nuestra consulta se emplea habitualmente para la exploración de la nariz, la rinofaringe o cavum y la laringe, permite realizar diagnósticos precisos y precoces de las patologías de estas áreas, con la posibilidad de grabarlas en vídeo.
La exploración se realiza sin anestesia o con anestesia tópica y no es dolorosa, pudiendo realizarla incluso a niños.
La audiometría es la prueba principal para valorar la audición. Se realiza con un audiómetro, y participan activamente la persona que es estudiada y la que realiza el estudio.
Se exploran los umbrales de audición (o sonidos más bajos que una persona puede oír) desde la frecuencia de 125 hz a 8000 hz, mediante la emisión de tonos que van variando en intensidad.
El estímulo sonoro llega al oído por vía aérea, a través de un auricular colocado en el pabellón auditivo y por vía ósea mediante un zumbador colocado sobre el hueso retroauricular. La valoración de los umbrales por ambas vías es fundamental para el diagnóstico.
Además de la audiometría tonal existe la audiometría verbal, que se realiza con fonemas o palabras y las pruebas supraliminares para el estudio de distintas características de la audición.
Es la prueba audiométrica que identifica el acúfeno en frecuencia e intensidad.
La impedanciometría es una prueba objetiva que sirve para valorar la progresión de la onda sonora en el oído medio.
Utiliza dos tipos de estímulo: uno de presión, en la timpanometría, y otro sonoro, en el reflejo estapedial.
La timpanometría facilita la valoración del oído medio en cuanto a la existencia de secreciones, alteraciones de la trompa de Eustaquio y de la membrana timpánica o de la cadena de huesecillos.
El reflejo estapedial es la contracción refleja del músculo del estribo que se produce ante un estímulo acústico intenso (85 a 100 dB), que origina un aumento de la rigidez del sistema tímpano-osicular, que es registrado.
Los resultados deben valorarse en el contexto general ótico-auditivo.